Por: Natalia Páez Alape
Un proceso creativo suele ser una serie de acciones coordinadas que de acuerdo con Graham Wallas en El arte del pensamiento es “el ejercicio de análisis mental cuyo fin último es comunicar”; se ejecuta de maneras distintas y en ocasiones resulta de ideas concebidas desde la espontaneidad del individuo, por cuyas habilidades se ha de perfilar como un creativo innato.
Así un perfil creativo tiene la capacidad de Idear antes de percibir en una suerte de impactar a través del conocimiento y la experiencia, cambiando y estableciendo paradigmas. La máquina de vapor por ejemplo, atribuida a Jerónimo de Ayaznz y Beaumont resultó ir más allá del artefacto pues se convirtió en el motor inicial de la revolución industrial, y afectó cada aspecto humano desde la necesidad más básica hasta el lujo más extravagante e incluso añadió algunos otros caracteres sociales que aún hoy permanecen latentes.
Estas características sociales establecen principios creativos, estereotipos estéticos, modelos de consumo e incluso tendencias temporales. Este es el caso de quien Idea Diseño, pues marca la pauta e implanta un referente que va más allá de la memoria colectiva, es decir, define dichos principios, atribuye estereotipos, impone nuevos modelos de consumo y decide el enfoque de nuevas tendencias. Por lo tanto el Idear Diseño es un acto de concepción e innovación.
Sin embargo, la innovación y concepción creativa es la perspectiva opuesta de quienes Diseñan Ideas puesto que estos integran, articulan y coordinan caracteres sociales con el objetivo de proyectar y diversificar sus resultados para dar mayor alcance. La acción de Diseñar Ideas es un esfuerzo de abrir el campo de acción de una idea para que esta pueda desarrollarse en distintos entornos y apunte a necesidades específicas según población, comunidad y cultura. Vale aclarar que la pluralidad del sujeto en la acción de Idear Diseño y de Diseñar Ideas las relaciono con un hecho concreto, o desde mi perspectiva con una acción creativa para lo cual refiero el siguiente ejemplo.
Pepsi aunque surgió varios años después de su mayor competidor Coca-Cola, se desarrolló como una alternativa sujeta a movimientos sociales y cambios industriales cuyos resultados se ven reflejados a lo largo de los años en la alteración constante en su logo, por temporadas en su producto, y como resultado en su consumo. Su enfoque productivo apunta a la exploración no solo en el desarrollo de producto, sino en la participación y generación de nuevos servicios, y debido a que no se limita únicamente al consumo de distintos tipos del mismo producto, Pepsi refiere a una acción de Idear Diseño.
Por otro lado, CocaCola es un producto que resulta familiar desde su origen al día de hoy, no muestra mayores cambios en el logo, el sabor de la bebida sigue siendo el mismo y el consumo se muestra estable aún con las últimas novedades que apuntan a públicos cada vez más específicos (CocaCola Light, Zero, Life). Ha sido una de las industrias pioneras en bebidas con gas y el desarrollo de productos se enfoca en abrir nuevos nichos de mercado y redefinir modelos de consumo, por lo tanto, proyecta y se adapta al cambio social. Este es entonces un ejemplo de Diseñar Ideas.
La Idea de Diseño resulta ser una constante en tiempo y espacio y establece un modelo único y popular en términos evidentemente de logo, producto, marca, identidad, slogan, etc.; todo en perfecto equilibrio dentro de un sistema estable que se mantiene y evoluciona conforme a la tendencia, sin desvincular IDEA de DISEÑO. Por otra parte, el Diseño de Ideas quizás tiende a ser “receptivo”, es decir, aquellos con la habilidad de percibir oportunidades y diseñar entorno a estas, que por lo general mejoran e incluso asignan un valor agregado a la idea inicial. En el ejemplo anterior, ambas marcas son populares y han logrado trascender a pesar de los cambios sociales; sin embargo, no es difícil encontrar la diferencia.
Aunque ambas son competitivas y reconocidas, a mi parecer una es la Idea de Diseño y la otra el Diseño de la Idea; dada su trascendencia en el mercado son prueba que tanto Idear como Diseñar resultan ser ejercicios creativos efectivos.
Ahora bien, Diseñar como el quehacer del Diseñador en el Taller de Diseño es un proceso productivo creativo pues tiene la característica particular tanto de Idear como de Diseñar, y de acuerdo al enfoque creativo pretende alcanzar mayores niveles de calidad a través de un producto, servicio, intervención o invención de espacios o procesos productivos, e incluso generación de experiencias.
Sin embargo, en ocasiones cuando planteamos un proyecto cuesta entender que va primero ¿la Idea o el Diseño? Para cerrar este interrogante tal vez sea necesario hacer evidente lo obvio ya que con el tiempo lo obvio se vuelve cotidiano, y lo cotidiano pasa a ser invisible; el Diseñador Diseña, sus procesos, planteamientos y desarrollos son un ejercicio continuo y cíclico de concepción, proyección, innovación y adaptación. De alguna manera es como parpadear sin ver, ver sin observar, observar sin entender, y entender sin conocer. Si bien el Diseño es una actividad puramente subjetiva anclada al individuo, a la sociedad y a la cultura, también es una acción de análisis, exploración, experimentación, y descubrimiento.
En un ejercicio de observación durante el ciclo formativo, e incluso después de finalizar esta etapa es notable el esfuerzo de muchos en hallar una solución a partir de lo que suponen sería el resultado final de su planteamiento (producto tangible o intangible). En mi opinión, la cuestión radica en cómo el diseñador interviene y de qué manera se desarrollan procesos creativos para hacer real tal idea u oportunidad.
Por lo tanto, lo verdaderamente interesante del diseño no es el resultado, aquel que se puede ver, oler, escuchar, tocar o adquirir, sino la experiencia antes de llegar a la solución y cómo esta afecta y fortalece futuros procesos, y es así como El Idear Diseño o Diseñar Ideas establece la creatividad tanto como una necesidad como una motivación.
Natalia Páez Alape
Diseñadora industrial con Maestría en Diseño para Industrias Culturales y Creativas.
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