Por: EME – El Mal Economista

 

Puede argumentarse que el valor de un objeto equivale al precio que el comprador está dispuesto a pagar por él en un mercado competitivo. Este precio depende a su vez de factores como la escasez y los recursos necesarios para producir y transportar el objeto en cuestión. Pensadores como Marx sostenían que el valor radica en la cantidad de trabajo que requiere la producción de un objeto. Por otro lado, en un sentido más antropológico, el precio de un objeto es reflejo de los valores de la sociedad en la que se ofrece; en una sociedad utilitarista los objetos prácticos serán más valiosos, mientras que en una sociedad que valora el prestigio, los objetos lujosos serán más apreciados.

 

Vale la pena aclarar que el diseño no se limita a la moda o a dibujar ilustraciones. Hoy en día el diseño afecta nuestras vidas, creando valor de diversos aspectos. Y si bien la teoría del valor es compleja y no sabemos a ciencia cierta cómo este se crea y se transforma, es aún más misteriosa la manera exacta en que, especialmente durante los últimos tiempos, el diseño ha contribuido al desarrollo económico y a la construcción de negocios millonarios. Aun así, es innegable el papel que ha desempeñado el buen diseño en la sociedad moderna. Estos son algunos ejemplos:

 

Revitalizando negocios
 

Tinker Hatfield es la mente tras el éxito de diseños icónicos como los tenis Jordan y las zapatillas autoajustables que utilizó Marty McFly en la película Volver Al Futuro, recientemente relanzadas  al mercado en edición limitada. Su diseño para los Air Jordan III logró mantener el patrocinio que sostenía la compañía, que en aquel momento se encontraba en una situación difícil, sobre la estrella del basquetbol Michael Jordan y sentó las bases de lo que se convertiría en la línea de zapatos para basquetbol más exitosa de la historia. La división Air Jordan de Nike facturó  más de 2.200 millones de dólares en 2013.

 

Otro caso es el de Jacek Utko, diseñador de varios periódicos en Europa del este quien en su charla TED  explica la manera en que, a pesar de la decadencia de la prensa impresa como industria, sus diseños desencadenaron un despegue de las ventas de entre un 35 y 100% en varios países y una de sus publicaciones fue nombrada el periódico con mejor diseño del mundo.

 

 

Creando industrias multimillonarias: la masificación del buen diseño
 

 

Mientras que algunas marcas venden el diseño como una comodidad exclusiva y poco alcanzable para el ciudadano común, existen compañías como Ikea, la multinacional sueca especializada en la venta al detal de muebles y accesorios para el hogar. Este gigante del mobiliario doméstico cuenta con más de 300 tiendas en 28 países y tiene ingresos anuales por más de 35 mil millones de euros.

Una de las claves del éxito de Ikea (y de una larga lista de marcas como Apple, Zara y Swatch) es la de contratar a algunos de los mejores diseñadores del mercado para luego masificar la fabricación de sus productos de tal modo que estos sean asequibles para el ciudadano de a pie. Tal fue el caso de Ilse Crawford, famosa diseñadora de interiores británica o el de Tom Dixon, también británico, quienes han diseñado varias colecciones para Ikea.

 

 

El diseño en nuestro día a día: una gran oportunidad
 

Elementos tan sencillos como la forma de una mesa o la distribución de un interior pueden determinar la manera en que los miembros de la familia (o de una empresa) interactúan.  El diseño de los implementos y herramientas que usamos puede facilitar o complicar nuestro diario vivir y generar valor al hacernos más productivos o al mejorar nuestras experiencias. La forma y la decoración pueden determinar si un producto (como una silla) cuesta 100 mil o 100 millones de pesos.

 

Vivimos en una sociedad que no solo valora la utilidad, en el sentido estricto, sino que la estética, el prestigio y la funcionalidad, para mal o para bien, afectan las preferencias y la manera en que la industria responde a nuestras necesidades. Independientemente de las implicaciones filosóficas, considerar la importancia del diseño en la creación de valor para el consumidor desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la economía moderna. Las empresas que no empiecen a aprovechar este potencial corren el riesgo (como lo corrió Nike y lo corren los periódicos tradicionales hoy en día) de quedarse atrás en la carrera por cautivar al consumidor.

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El Mal Economista es referente de análisis económico alternativo, independiente y profesional. Publican diferentes géneros periodísticos, con el objetivo de llevar temas complejos de la realidad nacional e internacional a lectores no especializados.

Etiquetas:
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